El término "private equity" se refiere a la provisión de capital privado por parte de inversores, que se destina a financiar y adquirir una participación accionarial en empresas privadas que normalmente no cotizan en mercados de valores públicos u otros mercados regulados. Mediante la propiedad activa, los inversores de private equity trabajan junto a los equipos gestores de las empresas en las que invierten para realzar su valor a largo plazo. Los inversores de private equity suelen materializar el valor de sus inversiones mediante una venta o salida a bolsa (OPV, u Oferta Pública de Venta de acciones) de la empresa en la que invirtieron.

Debe hacerse una clara distinción entre venture capital y private equity. El venture capital se refiere a la formación y la inversión en empresas de reciente creación o start-ups con escaso o ningún historial. El private equity (área en la que actúa Waterland) se refiere a la adquisición de participaciones significativas en empresas más grandes y maduras que demuestren potencial de crecimiento y de optimización de su desarrollo mediante mejoras estructurales, estratégicas y operativas. Por lo general, los períodos de inversión se sitúan entre tres y siete años.